martes, 29 de enero de 2013

LOS BOSQUES RUSOS III

LOS BOSQUES RUSOS 


Tercera Parte:

Los procesos naturales de crecimiento, los efectos de la ordenación forestal y las perturbaciones caracterizan la dinámica de los bosques rusos entre 1961 y 1998. Pueden determinarse las siguientes tendencias: la más importante es el aumento de la superficie de bosques cerrados en 78,7 × 106 hectáreas (11,3 por ciento). 


Este aumento obedece a la disminución de las zonas no boscosas correspondiente a 44,9 × 106 hectáreas y a una determinación más precisa de la superficie de bosques cerrados en las zonas recién inventariadas, que dio por resultado un aumento de los territorios forestales de 33,8 × 106 hectáreas. Las zonas no boscosas, que son consecuencia de perturbaciones (zonas quemadas, etc.) disminuyeron dos veces. Con todo, hay evidentes tendencias de deterioro forestal en muchas grandes regiones, en particular por la explotación intensiva. En promedio, las zonas de bosques de coníferas aumentaron un 6,2 por ciento, pero considerables territorios de bosques de coníferas autóctonas fueron sustituidas por masas de caducifolias de madera blanda, cuya superficie aumentó 16,8 por ciento. Por ejemplo, las zonas en las que predominaba el Pinus koraiensis, en la región más oriental de Rusia, se redujeron un 20 por ciento, y se reemplazaron por bosques sin explotar de caducifolias. Aumentó un 20 por ciento la superficie de bosques jóvenes y de edad media, debido a la misma disminución de las masas forestales maduras y decadentes, debido principalmente a explotación y perturbaciones. El volumen total del material dejado en pie aumentó 4,3 × 109 metros cúbicos, y en la parte asiática disminuyó 1,5 × 109 metros cúbicos. La fiabilidad de estos cálculos se ha confirmado mediante la contabilidad de la madera producida y consumida de los bosques rusos entre 1961 y 1998. Este análisis revela que se perdieron anualmente de 350 a 400 × 106 metros cúbicos de troza principal debido a perturbaciones de regeneración, sobre todo en la Rusia asiática (Shvidenko y Nilsson, 2002).

La gestión soviética de los bosques:

El periodo de 75 años de ordenación forestal "soviética" (1917-1992) dejó un legado contradictorio. En algunos aspectos del sector forestal hubo un evidente progreso: se creó un sistema adecuado de inventario forestal; la gestión forestal se basó en un conocimiento claro de la función múltiple de los bosques (los bosques que desempeñan una función de protección hoy componen el 23 por ciento del fondo forestal ruso); la ciencia, la formación y la legislación forestales no quedaron atrás de las de los países más desarrollados, y se prestó mucha atención al restablecimiento y la protección de los bosques en las zonas densamente pobladas. Se plantaron considerables superficies boscosas antes del decenio de 1990 (con una cifra máxima de 0,7 × 106 hectáreas al año), pero después de esto, la superficie de plantaciones forestales disminuyó 2,5 veces (0,24-0,21 × 106 hectáreas de 1997 a 2002). La calidad de las plantaciones fue poca, de las 23.2 × 106 hectáreas de bosques plantadas de 1956 a 1997, en 1998 se registraron como subsistentes sólo 17,3 × 106 hectáreas (FFS, 1999). Además, la base insuficiente de la economía nacional dio lugar a muchos defectos en la explotación forestal. 

Se talaron bosques con maquinaria antiecológica, en general grandes superficies en forma destructiva. La mayor parte de las masas productivas, situadas cerca de las carreteras, fueron las más explotadas y por lo general no se utilizaron las especies caducifolias ni de baja calidad. Aunque la tala misma nunca ha rebasado la norma de largo plazo de la explotación sostenible (la tala anual permisible, determinada en un nivel de alrededor de 500 × 106 metros cúbicos al año en las últimas cuatro decenios), la sobreexplotación local fue común en muchas regiones industrialmente desarrolladas de la Rusia europea. Para 1956-1997, se explotaron 13,7 × 109 metros cúbicos al año de madera comercial en los bosques rusos, que equivalen a 17 × 109 metros cúbicos al año de volumen en pie (comprendido el consumo no registrado de la población rural). Las zonas explotadas o incendiadas de coníferas por lo general de sustituyeron con caducifolias de madera blanda, lo que devaluó y le restó concentración a los bosques explotables en extensas superficies. Las empresas productoras de papel y de pulpa y las técnicas de elaboración de maderas se fueron haciendo cada vez más obsoletas y fue común el desperdicio de madera (hasta el 50 por ciento del total de la madera obtenida) en la industria forestal soviética.


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