Bosques montanos de la Cordillera de la Costa:
Es una ecorregión de bosque de montaña y selva nublada del bioma de Bosques Tropicales y subtropicales latifoliados húmedos, situados en la cordillera costera venezolana llamada Cordillera de la Costa, en el Mar Caribe al norte de Venezuela.
Los bosques montanos se componen de once enclaves, situados entre 600 y 2.675 metros (2.000-8.776 pies) de altitud, en la cordillera costera venezolana al noroeste de la Cordillera de los Andes.
Los bosques húmedos cubren un área de 14.300 kilómetros cuadrados (5.500 millas cuadradas).
La Cordillera costera venezolana, que es en realidad dos cordilleras paralelas, corre de este a oeste a través del norte de Venezuela, separa la cuenca del río Orinoco al sur, del mar Caribe, al norte.
El sistema montañoso se compone de dos secciones la oriental y occidental.
La Cordillera de la Costa es una extensión al noreste de la Cordillera de los Andes, separada de la Cordillera de Mérida al suroeste por la depresión de Yaracuy.
La ecorregión alberga tres principales comunidades vegetales: bosques siempre verdes de hoja perenne de transición, bosques nubosos montanos y bosque enano montano superior, que están determinadas por la altitud y la exposición.
En esta cordillera se han registrado más de 1.800 especies vegetales, pero algunos botánicos piensan que la cifra podría llegar a 2.000 especies.
Varias de estas especies son endémicas de la cordillera de la costa como los arbustos resinoso (Verbesina laevifolia), cafecillo (Palicourea pittieri), clavo morado (Monochaetum humboldtianum), romerillo (Arcytophilum nitidum) y el árbol gigante conocido como el niño (Gyranthera caribensis).
Otras plantas que están presentes en las zonas altas de la cordillera también se encuentran en los Andes: el frailejón arbolito (Libanothamnus neriifolius), el falso frailejón (Liabum megacephalum), la quina (Cinchona pubescens) y otras 13 especies más.
Las especies vegetales más abundantes en la zona de subpáramo son el arbusto incienso (Libanothamus neriifolius) y las gramíneas carrizo (Arthrostylidium subpectuinatum) y bambucillo (Chusquea spp.), esta última que crece desde los 1.400 m en adelante
(Steyemark y Huber 1978, Manara 1998).
Al menos 17 especies de plantas son endémicas de la zona, entre las cuales están el arbusto viravira avileña Archyrocline flavida, tres Sapindáceas del género Paullinia y la herbácea Warreella cyanea (Steyemark y Huber 1978, Manara 1998).
Esta formación alberga 180 especies de orquídeas, entre ellas Cychnoches chlorochilon, Stanhopea wardii, Schomburgia undulata, Epidendrum fimbriatum, Lycaste macrophylla, Oncidium papilio, Brassavola cucullata, Acineta superba y la flor nacional Cattleya mossiae.
Algunas especies como Oncidium zebrinum y O. falcipetalum florecen en las zonas más altas del subpáramo y se les encuentra también en los Andes venezolanos, colombianos e incluso peruanos (Steyemark y Huber 1978, Manara 1998).
En las zonas boscosas se pueden encontrar líquenes y hongos que destacan por su rareza o hermosura, como el hermoso pulpo rojo (Phallades sp.), la comestible colmenilla (Morcella sp.), el cacho de
venado (Clavaria sp.) y la estrella de tierra (Myriostoma coliforme).
Una especie pteridofita, el licopodio (Lycopodium caracasum), es también endémico de la sierra (Steyemark y Huber 1978, Manara 1998).
En la ladera sur existen varios parches boscosos de la palma Ceroxylon ceriferum, cuyas hojas son usadas en rituales católicos durante la conmemoración de la semana santa.
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