Las plantas flotantes tienen ventaja sobre las que se encuentran en el fondo, ya que siempre tienen acceso a la luz del sol y pueden utilizar fácilmente los nutrimentos que provienen de los ríos blancos. Las plantas que están sumergidas, tienen dificultades para capturar suficiente luz solar en las aguas fangosas para la fotosíntesis.
En algunas áreas, las praderas flotantes forman ecosistemas únicos, colonizados por árboles pequeños, arbustos y enredaderas. Estas praderas pueden tener un área de más de una milla cuadrada y son el hogar de una gran cantidad de especies de vertebrados e invertebrados. Uno de los habitantes más famosos de estos sitios es el capibara, el roedor más grande del mundo. El capibara, que tiene cierto parecido al cerdo de Guinea (50 kg), es comúnmente observado forrajeando en las praderas flotantes y a lo largo de los ríos. A pesar de que no tiene apariencia de nadador, el capibara nada eficientemente con ayuda de sus membranas interdigitales. Estos roedores viven en manadas que van de 10 a 15 individuos, y son más activos durante la noche. Sus números se han reducido, debido a que han sido cazados intensamente por la gente local para la obtención de carne, pero debido a sus altas tasas reproductivas, la especie es utilizada actualmente en programas de desarrollo sustentable.
Otro mamífero, que se encuentra en las tranquilas aguas que rodean a las praderas flotantes, es el manatí. Este animal que se pensaba era descendiente de los elefantes, originó la leyenda de las sirenas en tiempos remotos. A pesar de que mide más de 15 pies de largo y tiene una complexión robusta, los marineros confundían su figura con la de una hermosa doncella, mitad pez, mitad humano. El manatí habita tanto en sistemas marinos como en hábitats de agua dulce, que se distribuyen desde Florida hasta el Orinoco y la cuenca del Amazonas. Este mamífero acuático es una criatura lenta y pacífica, que pasa la mayor parte del tiempo durmiendo y consumiendo enormes cantidades de pastos y vegetación acuática. Durante la época de inundaciones, cuando las plantas acuáticas y los pastos son abundantes, el manatí es capaz de ingerir más de 110 libras (50 kg) cada día. Cuando el agua desciende y la comida es escasa, el manatí depende de sus reservas de grasa y de su baja tasa metabólica. Este animal tiene un sistema bien desarrollado de reemplazo dentario, ya que su dientes se desgastan rápidamente, debido a las grandes cantidades de silicón que hay en la vegetación que consume. Debido a su tamaño, los manatíes adultos no tienen depredadores naturales. Sin embargo se encuentran severamente amenazados en la actualidad, debido a la caza, a la pérdida de hábitat y al tránsito de embarcaciones, entre otras actividades humanas.
Nenúfar del Amazonas, Brasil 1999. (Foto de R. Butler). Los nenúfares gigantes se distribuyen en el Amazonas y en otras regiones acuáticas tropicales. Cuando se encuentran agrupados, forman un tipo de pradera flotante miniatura. La especie más maravillosa es Victoria amazonica, nenúfar del Amazonas. Llega a medir hasta cuatro pies de diámetro y es capaz de soportar el peso de un niño pequeño. El nenúfar del Amazonas tiene un ciclo de polinización peculiar. Las flores gigantes se abren durante el crepúsculo a una velocidad fácilmente perceptible. Las flores producen un olor muy fuerte a caramelo, y desencadenan un estímulo que eleva la temperatura de la floración central 11¡ por encima del ambiente. La fragancia combinada con el calor, atrae escarabajos que se reúnen en el centro de la flor. A medida que la noche avanza, la flor se cierra, dejando atrapados en su interior a los insectos. Al amanecer, las flores cambian a color rosa y los escarabajos se alimentan de las estructuras internas de la flor. Al atardecer, las flores que han tornado a un color obscuro rojizo-púrpura, se abren y los escarabajos cubiertos de polen vuelan para encontrar otro nenúfar. Al hacer esto, transportan el polen de la primera flor y polinizan a la segunda.
Un ave que reside comúnmente en los nenúfares es la jacana. Esta animal tiene la habilidad de correr sobre la superficie acuática o sobre la vegetación flotante, gracias a sus dedos largos, que distribuyen el peso adecuadamente para que no se hunda. Las jacanas contruyen sus nidos sobre la vegetación flotante y cuando los huevos o las crías se encuentran amenazadas, las aves adultas fingen tener las alas rotas, pretendiendo que no pueden volar para distraer a los depredadores.
Tanto en el ascenso como en el descenso de las aguas, las estructuras emergentes y sumergidas de las plantas flotantes, proveen alimento y sitios de reproducción a muchas especies de vertebrados e invertebrados. La raíz sumergida de un metro cuadrado de pradera flotante soporta a más de 50,000 individuos invertebrados, que incluyen insectos (especialmente larvas), gusanos moluscos, arácnidos y crustáceos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario