Suiza es una de
las naciones con más zonas forestales en Europa: el 31% de su territorio está
cubierto de bosques. Hoy día dependen alrededor de 90.000 empleos en
Suiza de una u otra forma de la madera.
Suiza no posee
vastas zonas arboladas, pero casi ninguna región carece de bosques. Los bosques
caducifolios (hayas y robles) crecen en altitudes de hasta 1.300 metros, los
bosques de coníferas (abetos, píceas y pinos silvestres) llegan incluso
hasta el límite de 1.900 metros sobre el nivel del mar. Los castaños sólo
crecen en la franja sur de los Alpes.
Los bosques desempeñan un papel importante en la preservación de la naturaleza. Las raíces de los árboles estabilizan el suelo, impiden el corrimiento de tierras o la erosión hídrica. La entera vegetación forestal funciona como una esponja superdimensional, porque reduce el riesgo de inundaciones al absorber el agua. Además, los troncos de los árboles detienen rocas y avalanchas, refrenan el impacto de las ráfagas de viento y purifican el aire.
Los bosques desempeñan un papel importante en la preservación de la naturaleza. Las raíces de los árboles estabilizan el suelo, impiden el corrimiento de tierras o la erosión hídrica. La entera vegetación forestal funciona como una esponja superdimensional, porque reduce el riesgo de inundaciones al absorber el agua. Además, los troncos de los árboles detienen rocas y avalanchas, refrenan el impacto de las ráfagas de viento y purifican el aire.
Rolas en patio |
Durante siglos,
los árboles suizos tenían además una función importantísima como materia prima
para la construcción de casas y para la calefacción del hogar. Suiza es muy
pobre en materias primas, pero entre éstas pocas, una de las más importantes es
la madera. En la época de la industrialización se usaba la leña para encender
los hornos altos en las fábricas de metal y de vidrio. La
madera suiza también se usaba en la fabricación de grandes buques, incluso
en las tradicionales naciones marítimas de Europa (sobre todo en los Países
Bajos).
Algunos datos del país:
Continente | Europa |
---|---|
Región | Europa central |
Área | |
Total | 41.290 km2 |
Tierra | 39.550 km² |
Agua | 1.740 km² |
Línea de costa | 0 km |
Coordenadas | 47º 00' N 08° 00' E |
Fronteras | |
Territorial | 1.852 km |
• Austria | 164 km |
• Francia | 573 km |
• Italia | 740 km |
• Liechtenstein | 41 km |
• Alemania | 334 km |
Extremos de elevación | |
Elevación mínima | 195 msnm (Lago Mayor) |
Elevación máxima | 4.634 m (Pico Dufour) |
A pesar de su poca superficie, los productos y sub productos del bosque son importantes. La Confederación, puede decirse, es un territorio forestal.
Cubicación de arboles |
La leña es uno de los sub productos del bosque más aprovechados en el país, normal, si tenemos en cuenta lo crudo de los inviernos
Metro estéreo de leña |
Interlaken es sede de un taller internacional para el cuidado de los pulmones terrestres en el que Suiza aportará su experiencia descentralizada en la materia.
Colombia, Perú y Bolivia, entre los países que pueden, a su vez, intercambiar elementos dinámicos en el cuidado forestal.
Interlaken, en medio de un paisaje prealpino distintivo de las típicas imágenes de postal helvéticas, es sede del taller organizado por Suiza e Indonesia.
Su objetivo principal es “intercambiar experiencias en la descentralización del cuidado forestal”, explica Philippe Roch, director de la Oficina Federal de Suiza para el Medio Ambiente, los Bosques y el Paisaje.
Allí se encuentran reunidos 170 expertos que no buscan discusión política alguna, sino, más bien, “propuestas concretas para el Foro de Naciones Unidas sobre los Bosques, que inicia la semana próxima en Ginebra”, indica Roch.
Para todos los presentes en Interlaken está claro que el cuidado de los bosques no es un lujo, sino una imperiosa necesidad.
“Dependemos del estado de salud de todos los bosques”, enfatiza Roch en ese sentido.
Lo que es un lujo “es vivir bien en este mundo”, aclara Jürgen Blaser, experto de ‘Intercooperation’, una de las instituciones organizadoras del taller.
“El bosque tiene muchas funciones a nivel climático, a nivel de la regulación del agua y la protección de suelos”, recuerda Blaser, cuya fundación colabora en proyectos de desarrollo en el exterior.
Su objetivo principal es “intercambiar experiencias en la descentralización del cuidado forestal”, explica Philippe Roch, director de la Oficina Federal de Suiza para el Medio Ambiente, los Bosques y el Paisaje.
Allí se encuentran reunidos 170 expertos que no buscan discusión política alguna, sino, más bien, “propuestas concretas para el Foro de Naciones Unidas sobre los Bosques, que inicia la semana próxima en Ginebra”, indica Roch.
Para todos los presentes en Interlaken está claro que el cuidado de los bosques no es un lujo, sino una imperiosa necesidad.
“Dependemos del estado de salud de todos los bosques”, enfatiza Roch en ese sentido.
Lo que es un lujo “es vivir bien en este mundo”, aclara Jürgen Blaser, experto de ‘Intercooperation’, una de las instituciones organizadoras del taller.
“El bosque tiene muchas funciones a nivel climático, a nivel de la regulación del agua y la protección de suelos”, recuerda Blaser, cuya fundación colabora en proyectos de desarrollo en el exterior.
Gestión participativa moderna en Latinoamérica
Pero Suiza –y otros países- también pueden aprender mucho de países como Bolivia, Ecuador o Colombia, donde ocurre una dinámica muy interesante en el proceso de descentralización de los recursos naturales.
“Estos países pueden aportar a Suiza elementos dinamizadores en la ejecución descentralizada de los recursos forestales. Por ejemplo, hay nuevos instrumentos de planificación participativa como mesas de concertación o discusiones con diferentes grupos sociales. Esas son cosas que no se han hecho en Suiza”, explica el experto de ‘Intercooperation’, que trabaja estrechamente con esos países.
Justo de esa región acuden 12 países de los 57 presentes en el taller de Interlaken: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Santa Lucia y Venezuela.
Todos ellos se encuentran en plena aplicación de políticas forestales descentralizadoras, en un esfuerzo por dar más participación y responsabilidad a los actores locales en la dasonomía, sobre todo en un mundo en el que 77% del aire forestal pertenece a provincias o a gobiernos centrales.
“Estos países pueden aportar a Suiza elementos dinamizadores en la ejecución descentralizada de los recursos forestales. Por ejemplo, hay nuevos instrumentos de planificación participativa como mesas de concertación o discusiones con diferentes grupos sociales. Esas son cosas que no se han hecho en Suiza”, explica el experto de ‘Intercooperation’, que trabaja estrechamente con esos países.
Justo de esa región acuden 12 países de los 57 presentes en el taller de Interlaken: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Santa Lucia y Venezuela.
Todos ellos se encuentran en plena aplicación de políticas forestales descentralizadoras, en un esfuerzo por dar más participación y responsabilidad a los actores locales en la dasonomía, sobre todo en un mundo en el que 77% del aire forestal pertenece a provincias o a gobiernos centrales.
Reglas claras
Debido a este “control invisible” y a lagunas en materia legal, cada año son exterminados millones de metros cúbicos de madera, sin autorización alguna.
Tan sólo en las regiones tropicales, la superficie boscosa que desaparece cada día equivale al espacio que harían 25.000 canchas de fútbol.
Es por ello que en Interlaken se intentan reparar las fallas “de esta desarticulación entre la realidad local y las prioridades nacionales, cuando la administración del recurso forestal se ha mantenido de manera centralizada”, explica Blaser al insistir en la importancia de reglas claras para el respeto forestal.
La idea en concreto -como en toda política de desarrollo verdaderamente durable-, es que las comunidades locales puedan tomar decisiones y asumir responsabilidades para sentirse más motivadas y directamente concernidas en la gestión de los bosques.
Tan sólo en las regiones tropicales, la superficie boscosa que desaparece cada día equivale al espacio que harían 25.000 canchas de fútbol.
Es por ello que en Interlaken se intentan reparar las fallas “de esta desarticulación entre la realidad local y las prioridades nacionales, cuando la administración del recurso forestal se ha mantenido de manera centralizada”, explica Blaser al insistir en la importancia de reglas claras para el respeto forestal.
La idea en concreto -como en toda política de desarrollo verdaderamente durable-, es que las comunidades locales puedan tomar decisiones y asumir responsabilidades para sentirse más motivadas y directamente concernidas en la gestión de los bosques.
El siguiente link es para bajar un documento, si les interesa, de estadísticas de los bosque suizos PINCHA AQUI
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